sábado, 20 de octubre de 2012

Musica medieval

La música medieval es uno de los temas más apasionantes que la cultura en la Edad Media nos brinda,
la música desaparece en el momento de desarrollarse y la única forma de hacerla pervivir es mediante una notación musical que en la Edad Media o no se empleaba o se hacía de manera muy pobre en información, insuficiente en la mayoría de los casos para una reproducción fiel.

En los primeros tiempos, la música medieval recibe dos influencias palpables:
  • Influencia hebrea. Se recoge el modo hebreo de cantar a base de largos melismas y la importancia del canto en el culto.
  • Influencia grecorromana. Del mundo clásico se hereda la teoría musical con su sistema modal y la valoración ética y educativa de la música expresada por Platón.
     

Canto Gregoriano
La música eclesiástica de los primeros siglos medievales está al servicio del texto litúrgico de los oficios religiosos.
Pero el caso es que no existía una sola liturgia unificada. De hecho, con la expansión del Cristianismo a partir del siglo IV, se desarrollan diferentes liturgias regionales independientes de Roma:
  • Liturgia Ambrosiana o Milanesa
  • Liturgia hispanovisigoda o Mozárabe
  • Liturgia Galicana,
  • Céltica (irlando-británica)
  • Liturgia Romana
  • En Oriente (la Bizantina/la Siria).
Ante esta diversidad, la Iglesia ve la necesidad de unificar la liturgia, es decir, de establecer un conjunto de signos y palabras que formen parte de sus celebraciones, especialmente en la Misa, y que sean comunes para todos los fieles. De este modo, en el siglo VII, el Papa Gregorio I el Magno recopila y organiza una serie de cantos romanos que establece como los obligatorios de la liturgia unificada cristiana.
 No será hasta tiempos de Carlomagno cuando se establece como obligatorio en el imperio carolingio el rito romano, muy influido, eso sí, por tradiciones francogermánicas propias. La relación entre los monasterios benedictinos de la Orden de Cluny y el papado impulsan esta liturgia franco-romana y el canto gregoriano por toda Europa.


El Gregoriano tiene una serie de elementos formales que se pueden resumir en:
  • Usa ocho escalas especiales heredadas de los griegos: los modos.
  • El ritmo es libre, reducido a una especie de línea ondulante, ligera, muy flexible y que huye de cuanto puede ser excitante y machacón.
  • Se persigue una exaltación estético espiritual de acercamiento a Dios gracias a su concentración, solemnidad, sobriedad y sencillez.
  • Es monódico, es decir, emplea melodías al unísono. Se canta a capella, sin instrumentos musicales.
  • Es el canto latino de la Iglesia, es decir, se canta en latín.
  • Es una música ligada a un texto (en concreto, un texto exclusivamente religioso) y que no tiene sentido sin él.
     
     
    Canto Mozárabe
    Hasta su supresión a finales del siglo XI, el canto mozárabe supuso una de las manifestaciones culturales más apasionantes de la música medieval. Hunde sus raíces en los primeros tiempos de la cristianización y a su vez en la liturgia judaica.
    Miniatura del Antifonario de la catedral de León
    Lamentablemente no es posible su transcripción por su notación neumática que no expresa la altura exacta de los sonidos.
    Del repertorio musical hispanovisigodo o mozárabe se conservan 45 códices, escritos fundamentalmente entre los siglos X y XI. Especial importancia tiene el famoso Antifonario de la catedral de León.
    Miniatura del Antifonario de la catedral de León
    A pesar de lo antedicho, que no es posible reproducir con exactitud el canto mozárabe por su tipo de notación, se sabe que fue más adornado que el canto gregoriano y que se cantaban más piezas.

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